¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo?


Qué fácil es desanimarse, y que alegre se pone el demonio cuando una alma de Dios se deja abatir por las pequeñas cosas de la vida, un desacuerdo con un amigo, un problema familiar, un si o un no, algo que no nos salió como planificábamos, una enfermedad repentina... El remedio para el desanimo es ser agradecidos. Dios está constantemente obrando en nosotros y por nosotros, regalándonos con su santo Espíritu inimaginables dones y regalos, el más grande de ellos el don de sí mismo, Cristo mismo que por el bautismo y por la vida de gracia, vive en nosotros con la Santísima Trinidad. Entonces, que podrá desanimarnos si la luz de Cristo esta siempre iluminándonos? que podrá desanimarnos si la esperanza de la Vida Eterna brilla en cada circunstancia de nuestro diario vivir? dificultades, pesadumbres, tribulaciones ? Nada! por eso creámosle al Apóstol Pablo cuando decía:

 " ¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? Como dice la Escritura: Por tu causa somos entregados continuamente a la muerte; se nos considera como a ovejas destinadas al matadero. Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor."

 Animémonos hermanos queridos a vivir nuestros días desde que despertamos hasta cuando nos vamos a dormir, entregados a Cristo, enamorados de su mensaje de salvación, y alegres para que otros crean y vean esa luz que llevamos dentro! no sea que nuestro desanimo desanime a otros y nuestras amarguras , le amarguen la vida a los que nos rodean... Seamos portadores de Cristo!

Comentarios

Entradas populares